La metodología ágil es un enfoque de desarrollo de software que se caracteriza por ser iterativo e incremental, centrándose en la entrega rápida y flexible de productos o soluciones, fomentando la adaptabilidad a medida que progresa el proyecto.
Las prácticas claves de la metodología ágil incluyen:
- Interacción: La interacción directa y frecuente ayuda a comprender mejor los requisitos y expectativas del proyecto entre los miembros del equipo de desarrollo, clientes o stakeholders.
- Colaboración: Se fomenta el trabajo en equipo entre todos los miembros involucrados en el proyecto, incluyendo desarrolladores, testers, diseñadores y clientes. Se promueve la responsabilidad compartida y la resolución colaborativa de problemas.
- Flexibilidad: Se tiene la capacidad de adaptarse a cambios en los requisitos y circunstancias del proyecto conforme sea necesario para satisfacer las necesidades del cliente.
- Entrega continua: Se busca entregar incrementos de valor de manera frecuente y regular durante todo el ciclo de desarrollo del proyecto, se fomentan las entregas parciales y funcionales que puedan ser evaluadas y utilizadas por los stakeholders.
- Equipo ágil autónomo: Esta autonomía fomenta la creatividad, la innovación y la capacidad de respuesta del equipo. El equipo cuenta con la autoridad y la responsabilidad de tomar decisiones relacionadas con la ejecución del proyecto.
Los principales beneficios de esta metodología son:
- La participación activa de todo el equipo de trabajo en la implementación del proyecto, incluyendo el cliente, siendo éste una figura fundamental para el éxito del proyecto.
- La comunicación es efectiva en todos los sentidos, debido a que el equipo de trabajo (célula) cuenta con la participación de todos los roles en las mismas ceremonias (reuniones), facilitando la toma de decisiones.
- Las ceremonias (reuniones) son específicas y breves para resolver diversos temas durante la ejecución de una iteración (sprint) como es la planeación (planning), los pendientes diarios (Daily), revisión de avances y cumplimiento (Review) y el análisis de lo que se debe seguir haciendo y lo que se debe dejar de hacer a favor de cumplir con los objetivos (Retrospective).
En Edgebound aplicamos este marco metodológico, donde hemos identificado un valor y obtenido beneficios tangibles para el proyecto, tales como:
- La Respuesta rápida a los cambios (Adaptabilidad).
- Incremento en la satisfacción del cliente gracias a su participación a lo largo de todo el proceso, permitiéndole visualizar entregables en un menor tiempo.
- Mejora en la calidad del producto mediante la ejecución continua y la retroalimentación.
- Optimización en la gestión de riesgos, identificando y abordando los riesgos a lo largo del tiempo, en lugar de dejarlos para el final del proyecto.
- Mayor compromiso y motivación del equipo: La metodología ágil fomenta la autoorganización y la colaboración, lo que se traduce habitualmente en un equipo más comprometido y motivado.
En conclusión, la metodología ágil favorece la colaboración, la comunicación constante y la autoorganización del equipo, lo que resulta en la satisfacción del cliente, la eficiencia del equipo y el éxito global de los proyectos.